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En The St. Regis Bar, con su decoración en tonos potentes y oscuros, se respira la elegancia de antaño que nos recuerda a los bares clásicos de Nueva York durante la Edad Dorada. Este hermoso bar dispone de tres salones con espacio suficiente para acoger animadas charlas o celebraciones después de un día ajetreado. La guinda a la decoración la pone un impresionante mural que representa escenas deportivas árabes de carreras de camellos y caballos, aportando de esta manera una pincelada genuina de Oriente Medio.
El bar también tiene una biblioteca repleta de libros con una bóveda de cañón central que evoca las grandes bibliotecas de Europa. Zambúllete en su amplia carta de bebidas, que incluye bebidas clásicas y de autor. El menú, perfecto como acompañamiento para las bebidas, está compuesto por sofisticados platos que son reflejo del carácter elegante del bar.